Fuerte como un árbol

La postura del árbol es un reflejo simbólico de nuestra vida, con ella potenciamos cualidades como el equilibrio y la fuerza, las cuales yacen en nuestra mente y cuerpo, si en tu vida no hay silencio interno y concentración, encontrarás dificultad para realizarla, pero con la práctica continua podrás aprender a estar más enfocado, con fortaleza interior pero flexible de pensamiento y cuerpo. Te brindará la firmeza, seguridad y el equilibrio que proporciona el estar en contacto con la tierra, serás como un árbol.

Antes de realizar la postura, recuerda hacer un breve calentamiento; lleva hacia el frente y hacia atrás la pierna (balanceandola) que recibirá el peso de tu cuerpo y permanecerá en la tierra, así como rota tu pie en forma circular, preparándolo para la pose.

Nivel básico el cual llamaré ‘’la planta’’

Conenzamos parados y con ambos pies paralelos a la anchura de nuestra cadera. Juntando las manos en posición de rezo (Anjali Mudra), conectando así nuestros dos hemisferios cerebrales, al mismo tiempo que presionamos el centro de nuestro pecho en donde se encuentra la glándula timo, para así estimularla. A esta glandula se le atribuye la salud y la felicidad, en ella podemos trabajar el bienestar, ahí se ubica el cuarto chacra, relacionado con el equilibrio, la autoconfianza, el perdón, la curación, el amor, las relaciones, la compasión.

En esta posición, ubicamos un punto fijo en el cual nos enfocaremos (así podremos mantener la concentración y el equilibrio que esta postura requiere). Elevamos una de las piernas, para reposar la palma del pie sobre la pantorrilla de la pierna opuesta (parece sencillo al verlo, pero una vez lo realizas sentirás constantemente perder el equilibrio), busca ese punto fijo en la lejanía, el cual será el ancla que te permitirá estabilizar la postura.

Tratamos de mantener la postura y encontrar el equilibrio, podemos practicarla por más de 30 segundos o según tu nivel te lo permita, si perdemos el equilibrio, volvemos a elevar la pierna buscando lograr su balance ¡con paciencia!

Nivel medio – lo llamaré ‘’el tronco’’

Para esta fase, necesitarás un nivel de práctica mayor. Manteniendo las manos en el pecho

en posición de rezo, llevarás uno de los pies para apoyarse sobre el muslo de la pierna opuesta (debes cuidar no sea sobre la rodilla, si no arriba de esta). De nuevo mantendrás la mirada en un punto fijo y aunque tu cuerpo tratará de desestabilizarse, de eso se trata la postura, de encontrar tu centro y practicar tu equilibrio, permanece por un tiempo ahí (30 segundos o más).

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Nivel avanzado – El árbol

Esta es la etapa más avanzada y de mayor dificultad, podrás realizarla para finalizar la postura y cuando has entrado a un nivel más alto de dominio y confianza. Extenderás tus brazos hacia el cielo, de la misma manera que un árbol crece y desarrolla sus ramas, ampliando tu horizonte y extendiendo tus pensamientos con el movimiento. Mantén tus brazos en forma de V y con los puños cerrados, los pulgares hacia arriba (también puedes realizar la postura de rezo, llevándola hacia encima de la cabeza y con los brazos extendidos).

Por último y para agregar un poco más de dificultad, podrás cerrar los ojos, mirar internamente al entrecejo o tercer ojo, su efecto será aún más poderoso, tanto en esta como en las anteriores fases (un truco es trazar e imaginar un línea vertical que te permitirá estabilizarte).

Mantén esta posición por más de 30 segundos o lo que tu domino te permita, (particularmente me es difícil quedarme estable o rígido, así que imagino que soy como un árbol, con sus ramas meciéndose y siendo arrullado por el viento). Finalmente lleva de nuevo los brazos al centro de pecho, baja el pie a la tierra y descansa.

Puedes alternar este ejercicio invirtiendo los pasos anteriores con la pierna opuesta, así, también equilibrarás y conectarás ambos hemisferios de tu cuerpo y cerebro, el izquierdo y el derecho.

Beneficios de la postura

• Vigoriza, refresca mente y cuerpo, alivia tensiones y dolores. Los riñones son regulados, la digestión se estimula y también alivia el estreñimiento.
• Se trabaja la movilidad y fuerza de hombros, cuellos, rodillas, cadera y espalda.
• Nos enseña los principios de un movimiento adecuado, importante para otras posturas de yoga así como para la vida misma, al ser más conscientes de nuestro cuerpo al caminar, sentarnos o permanecer de pie, mejorando el sentido del equilibrio y la concentración.
• Trabajas por tener una mente más clara y serena, la autoconsciencia de nuestro cuerpo y una mayor conexión con la realidad material.
• Columna vertebral, tobillos, pantorrillas y muslos son fortalecidos.
• Estiramiento de ingles y muslos internos, hombros y pecho.
• Mejora la Ciática (dolor por desplazamiento de nervio ciático) y contrarresta los pies planos.
• Mejora la postura.
• Las caderas son abiertas y su rango de movimiento se amplía.

Posibles contraindicaciones:

Si sufres de tensión alta, practica solo con las manos a nivel del pecho, sin levantarlas.

Déjame tus comentarios sobre el artículo y esta pose ¿La has practicado? ¿Qué te gusta o sientes cuando la realizas? Y por último, ¡qué seas fuerte como un árbol!

Créditos

por Juan David Reyna

Diciembre de 2018

Fuentes Web:

EL SECRETO DE TU FELICIDAD: La “Glándula Timo” ( 4º Chakra)

7 razones para practicar vrkasana o postura del árbol hoy mismo

Cuarto chakra: Funciones y maneras de activarlo